viernes

Contra Ellas...


Dos mujeres se encuentran en la calle y una de ellas va saliendo de la peluquería:
-“¡Hola, amiga! ¿Cómo estás? Te veo muy bien, y guapa sobre todo. ¿Qué te hiciste? ¿Te cortaste el pelo?”
-“¡Si, querida! Muchas gracias por tus cumplidos. No te imaginas con quien… Eduardo, aquel maestro de la tijera. ¿Cómo ves?”
-“Maravilloso. Te ves 10 años más joven. ¡Que bárbaro!
Quiero cortármelo igual. Dime por favor, querida amiga, ¿fueron luces?”
-“No y es lo que mucha gente me comento en el salón.
Es una nueva técnica de aclaramiento que el maravilloso Eduardo trajo de Italia. Imagine que…”
Hora y media después…:
-“Bueno, amiga, me dio un gran gusto estar contigo,
Espero poder verte pronto. Y vete a tu casa que tu esposo
Se va a enorgullecer de la esposa que tiene”.
-“Ay amiga, ¡qué buena onda eres!”
Al retirarse una de ellas va pensando:
-“Esa zorra se ve ridícula y no se da cuenta. No entiendo como su marido, tan guapo, con ese trabajo tan bueno y con la educación que le dieron sigue casado con ella”.
Y la otra también va pensando:
-“Esa perra debe de estar muriéndose de la envidia. Y todavía quiere cortárselo igual. No es posible. Con su pelo de escoba… ¡Ni con implante!”
Ahora dos hombres se encuentran en la calle y uno de ellos va saliendo de la peluquería:
-“¿Qué paso, cabron? ¿Te cortaste el pelo, wey?”
-“Si, ¿Por qué, cabron?”
-“¡Es que te ves de la chingada!”
-“Si, wey… pero a tu mama le encanto”.
-“Sobres… adiós. Oye, y me saludas a la buenota de tu esposa y a tu hermana, diles que hoy no puedo ir”.
-“Vete a la verga, ¡maricon! ¡Adiós!”
Uno de ellos se va pensando:
-“Ese cabron… ¡Buenísima onda!”
Y el otro se va también pensando:
-“Ese tipo es muy buena onda”.

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